Jardinero.

A las seis y tanto vi al jardinero. Me preguntó: ¿Tons qué?

La puerta de La Oruga (algo así como el Metrobus de los leoneses) aplastó los dedos obesos del obeso peinado de rocabili obeso. Fue grotesco. Ver sus dedos chuecos y el tipo al teléfono diciendo: al rato te contesto es que ya me agarró la oruga. Un hombre gritó: se atoró. Otro más gutural: ábrale a la puerta. No llevaba mi cámara. No sé si le hubiera podido sacar una foto. Sus dedos se encontraban justo atrás de mi antes de darme la vuelta y al darme la vuelta el anillo de compromiso torcido. Me arrepiento. Un anillo doblado. ESE PAR DE ANILLOS CON NUESTROS NOMBRES DOBLADOS. Mierda! Maldito Brindis y Celebración.

Yo grité: Chofer! (La pelirroja de pelos de sobaco negros atrabancó en mí los ojos. Seguramente por rugido. Luego me di cuenta de que no. De que sólo miraba mi peinado tapa calva. ) El chofer hizo varios intentos: la puerta atorada dijo alguien. El joven del perfume Channel se levantó atrabancado (Como la sudorosa pelirroja) y de un empujón olímpico, desatoró la méndiga puerta.

Obesos dedos ahora chuecos se sentó a mi lado, su peinado obeso de rocabili obeso: intacto. El señor atento de a tres personas a la derecha le dice: Quítese el anillo. Demándelos. Rocabili Obeso responde: Puros papeles. No. El otro día aplastaron con la puerta la panza de mi señora esposa ya con nueve meses de embarazo. Sobando su dedo obeso ahora chueco. Se bajó de la Oruga a dos paradas después.

Yo esperaba atento a la pelirroja. El asiento de al lado: vacío. Desde aquí sus tetas pequeñas divertidas: chuecas.

Ella: su asquerosa malteada de mcdonalds. Nunca se sentó.