miércoles, 23 de mayo de 2007

lunes, 14 de mayo de 2007

Conferencia para amigos.

Este texto fue escrito para una supuesta conferencia, a la cual sólo asistieron mis amigos, dada el día de hoy a las 4 y treinta.

Mejor que el Titanic.

“El arte es una convención”
Marcel Duchamp.


Cuando nació el cine, casi al mismo tiempo en Europa y América, el público que frecuentaba las salas estaba dividido en dos, la primera y reducida parte eran las altas clases huele caca que veían en la pantalla corpúsculos y delicadas anatomías de sábado por la noche y por otro lado, isósceles tal vez, los obreros hombros bajos que veían la pantalla con cierto ánimo de show de vaudeville. Georges Sadoul señala que había cierta política de interés por parte de la sociedad norteamericana a favor de la instauración y desarrollo de la industria cinematográfica. “El puritanismo de los viejos americanos, los intereses de la producción industrial, la preocupación por la moralidad de los recién llegados y las necesidades de orden público coincidían en pedir un nuevo tipo de distracción”.
Lo que en un principio era capricho se vuelve en abrir y cerrar de piernas en una necesidad. Como diría Baudrillard “El sistema de producción produce el sistema de necesidades”.
De pronto se instituyen pulpos megalómanos con largos tentáculos: Hollywood (fábrica de sueños), Chaplin y otros (Humor prefabricado), Rodolfo Valentino (Personaje familiar: el guapo), confección de supuestos géneros naturales sin pecado concebidos (western, policíaco, bélico, terror, romántico, aventuras, musical, etc).

Breve copy paste narrado de una película de Godard, El desprecio.
En el interior de un teatro gente caminando entre las butacas. Un cameo amasándole a travelling. Fritz Lang conversando con el protagonista. El traveling se atasca. Lang dice:
-Cada mañana para ganarme mi pan voy al mercado, donde venden mentiras y lleno de esperanza me coloco junto a los vendedores.
Briggitte Bardot con sus ojos orientales alterados pregunta:
-¿Qué es eso?
Fritz Lang ya rancio y buen leyente de Bertol Brech dice:
-Hollywood.

“La obra de arte es el poner en obra lo que en cada época se entiende por ser” dice Rubert de Ventós algo que suena a Hedeigger.
Buñuel desde que llegó a París en 1925 frecuentaba de manera hierática el cine, antes, en Madrid durante su estancia en La Residencia de estudiantes no lo hacía con tanta disciplina. Por la mañana iba gracias a un pase de prensa proporcionado por un amigo, veía películas norteamericanas en proyección privada. Por la tarde, una película en un cine de barrio. Por la noche iba al “Vieux Colombier” o al “Studio des Ursulines”.
Fue cuando vio Las tres luces de Fritz Lang que compredió que él quería hacer cine. Algo en aquella película lo había conmovido, iluminándolo profundamente. Esta sensación se agudizó con otras películas de Fritz Lang como Los Nibelungos y Metrópolis.
En 1929 Buñuel y Dalí consumaron Un perro Andaluz. Película que nació de la agrupación de dos sueños. Por un lado la nube deshilachada que parte la luna y la navaja que zanja el ojo (Buñuel) y por otro lado la palma hormiguero (Dalí). El guión fue escrito con una regla de común mastique: NO ACEPTAR NINGUNA IDEA O IMAGEN QUE PUDIERA DAR LUGAR A UNA EXPLICACIÓN RACIONAL, SICOLÓGICA O CULTURAL. Abrir las puertas a lo irracional. No admitir más que las imágenes que les impresionaran sin examinar por qué. Aunque está regla se puede estrechar con “Es lógico que lo ilógico contradiga lo lógico” una sentencia de Corneille pero eso no viene mucho al caso.
Cuando el guión estuvo terminado Buñuel supo que lo que acaban de crear era insólito y provocativo y que ningún productor estaría dispuesto a invertir en su surrealismo sin etiqueta. Por eso decidió ir a Zaragoza con un notario a pedir dinero a su madre para financiar el cortometraje. Su madre después de algunos reproches cedió la cantidad acordada.
Cuando se terminó la película no se sabía qué hacer con ella. Un conocido de Buñuel que había escuchado de Un perro Andaluz le presentó a Man Ray que en ese momento terminaba un documental sobre la mansión de los Noailles y sus invitados y estaba buscando un complemento de programa. Man Ray y Aragón vieron la película en una sala privada y a la salida del filme, muy convencidos, le dijeron que había que darle vida cuanto antes, exhibirla, hacer una presentación pública. Cabe decir que el encuentro con el grupo surrealista fue esencial y decisivo para toda la vida de Buñuel.
Aquella primera presentación fue todo un éxito, asistió todo el grupo surrealista: Bretón, Eluard, Ernst, Magritte, Jean Arp, Tristan Tzara, etc. Buñuel tras de pantalla con un gramófono cambiando azarosamente de tangos argentinos a Tristan e Isolda estaba muy nervioso y llevaba algunas piedras en los bolsillos por si acaso.

Ahora cito otra vez a Baudrillard “Un objeto no es un objeto de consumo a menos que se libere como signo atrapado en la circulación de diferencias”. Cuando un objeto se libera de los significados y significaciones de los que están embadurnados, en este caso el objeto cinematográfico, y se sitúa más allá de la circulación de los signos se convierte en algo más, en una obra de arte quizá.

El cine después de la proyección de Un perro Andaluz y La Edad de Oro no es el mismo, se piensa distinto. Se piensa como obra de arte. El cine dejaba de lado la insustancial fábula, parábola, tradición y se adentraba en la imaginación arqueada trenzando hilos sueltos que ya era hora de sujetar. La primera irrupción de la poesía en la pantalla como mal indicaría Paz.
Una mirada maniatada al deseo. Un deseo líquido que no consigue llevarse acabo por la calentura de las instituciones. Un deseo que parece que nunca se hace sólido. ¿Y si se rompe la viscosa barrera de la vista?
La secuencia inaugural de Un perro Andaluz nos revela a Buñuel afilando una navaja para luego mutilar, liberar, desbordar, descongestionar, desahogar, aligerar, amputar, separar, inundar, encharcar, empantanar, acelerar, lisiar, truncar, tajar, rebanar, escindir, seccionar, precipitar, arriar, soltar, aflojar, enervar, apurar, estacionar, paralizar, bifurcar, disecar, embalsamar, divergir, desgranar, desacoplar, dislocar, desquiciar, romper, despedazar, desconcertar, despeñar, rebotar, brincar, derrumbar, rematar, suspender, ablandar, amortiguar, mitigar, fraccionar, friccionar, restregar, rascar, lijar, pulir, bruñir, concluir, abatir, volcar, desnivelar, invertir, modificar, mudar, trastornar, aturdir, enajenar, admirar, sorprender, atolondrar, embelesar, abstraer, transportar, trajinar, azorar, apresar, confundir, manosear, hurgar, menear, zarandear, desglosar, disolver, desarticular, desunir, desvencijar, agitar, trastocar la mirada. Se atascan los ojos y el hombre es monstruoso. El deseo arrasa con todo, nada queda intacto. Los pelos del sobaco de una dama son hurtados y puestos a donación en la boca de un hombre que nunca caduca parece que siempre vuelve.

Si bien el dry-martini es mi favorito, yo soy el modesto inventor de un cóctel llamado “Buñueloni”. En realidad, se trata de un simple plagio del célebre “Negroni”; pero, en lugar de mezclar “Campari” con la ginebra y el “Cinzano” dulce, pongo “Carpano”.
Por lo que respecta al whisky nunca me interesó.

¿Cómo distinguir lo superfluo de lo indispensable?

Aspectos de la infancia y adolescencia de Truffaut aparecen en sus películas no como meros detalles narrativos, sino como detonantes de estructuras y temas cuyo significado trasciende lo personal.

Ahora les presento un pastiche. Fritz Lang en la película de El Desprecio otra vez, en la sala de ensayo viendo La Odisea para ser precisos. Lang sentado y una linda francesa setentera con pezones rosados debajo del vestido, a su lado. Las escenas transcurren y Lang hace observaciones cuando lo cree necesario. Él es el director. El productor disgustado con la cara chata pero el bolsillo lleno. Se terminan las secuencias. Lang dice a la chica:
-El cine no es para el gran público. Es para las serpientes y los entierros.
De repente aparece Buñuel. Sí lo sé. Es una película de Godard. Godard es pretencioso. Crítica rezagada. Crítica sosa. Campechana, cualquiera puede refugiarse en esa palabra “Pretencioso” y decir de ahora en adelante que todo lo que no le gusta es “Pretencioso”. ¿Sencillo, no?
Buñuel indudablemente no sabe dónde está y confunde a Lang con Carrierre o Colina o Turrent. Y responde a una pregunta, cualquier pregunta:
-Lo irracional en forma de gallina circula libremente en forma de gallina. No me gustan los ciegos como a la mayoría de los sordos.
Buñuel se calla. Lo dice alto porque es sordo.
La chica de los pezones rosados ahora está desnuda y montada en un caballo. Dice:
-De mis obsesiones no me preocupo. ¿Por qué crece la hierba en el jardín? Porque está abonado para eso.

Aunque estoy poco de acuerdo con eso de la primera irrupción de la poesía en la pantalla tal cual dice Paz en el comienzo del ensayo “El poeta Buñuel”. Antes de Buñuel ya había ciertos pioneros. Entre ellos tenemos al alemán nacionalizado gringo Hans Richter que se afilió al movimiento dadaísta de Zurich y para 1921 realizó su primer cortometraje experimental Rythm 21 retomando los principios dadaístas de la combinación de medios y trastocando el principio de Kandisky sobre el teatro como arte suprema cambiándolo por el cine, además utilizando a este último como medio plástico y haciendo composiciones abstractas a lo Malevich. En 1925 concluyó Rythm 23 un cortometraje de la misma línea. Fue en 1927 cuando realizó su primer cortometraje de corto surrealista Ghost before breakfast. Un homenaje directo al cine maravilloso de Meliè y una verdadera comedia surrealista no sólo una sentencia categórica de ventas como Volver de Almodóvar.

La vuelta a la razón de 1923 de Man Ray es despóticamente poético, un cortometraje de 2 minutos que da luces a ser un discurso dadaísta acerca del erotismo. La estrella del mar de 1928 otro corto de Man Ray que es una traducción surrealista en imágenes de un poema de Robert Desnos aparentemente sin ninguna relación.

Fernand Léger pintor futurista realizó en 1924 El ballet mecánico retoma el montaje sin razón del collage dadaísta alemán, las composiciones de más una perspectiva de los cubistas con un tema título totalmente futurista. La poesía aquí yace en las hélices de un helicóptero.

El padre del arte contemporáneo no se podía quedar atrás: Marcel Duchamp. En 1928 rodó Anemic Cinema que como toda su obra es altamente transgresiva. Consta de juegos ópticos con espirales y unos textos irónicos no se pueden leer, giran en tornillo a una alta velocida: poesía indefinible.

Estoy de acuerdo con otras cosas que dice Paz. El error de Paz sólo es ese. En las pantallas ya habían restos de poesía pero la poética de Buñuel llego para quedarse, poesía violenta y manchada que definió e intrincó parte de un movimiento y al mismo tiempo abrió una brecha enorme, rasgó un formidable hoyo, que creo yo, se ha cerrado o casi se está cerrando, el cine como dice Lynch está muerto o como dice Svanmajer del arte que está casi muerto y que lo único que nos queda es la publicidad.
La convención está variando. Warhol expuso: “Los críticos son los verdaderos artistas, los vendedores también son los verdaderos artistas. Yo no pinto más, la pintura se acabó para mí”

Por lo pronto nos queda el dvd.

Este evento fue patrocinado por Cine de Arte local número 68 plaza de la tecnología León, Gto.

Mejor que el Titanic.

"Había algo en el aire, como ocurre siempre".
Luis Buñuel.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Cuento a las 3:27. Homografía.

Un piropo "tiralíneas".
Rafa siempre dice cuando algo le asombra "Está bien deschabetado" y se arrodilla la lengua debajo de su labio menor cada vez que se calla cómodamente. Ese mismo Rafa andando pacheco y con Carlos a un lado se aventó un píropo. El mejor píropo. Carlos más o menos lo ha definido como: "Un píropo que engloba albañilería, repostería y un gusto cinematográfico rasgado, modorro".
Ellos dos iban en una camioneta. Carlos se cambiaba de casa. Ambos en estado de lengua floja. Directo en la esquina una mujer modorra: oriental. El glande de Rafa enloquece con el olor a sake. La mujer de Shanghai, seguramente por su cabeza. Orillan el auto en la esquina. Rafa al volante dice:
-Quibo mamasita. ¿No quieres ir a ver a Kurosawa?
Carlos que tiene la risa pegada por no decir tatuada, no paraba de adherir la sonrisa a su cara de María Grever. Dos horas de risa modorra esquinida.

lunes, 7 de mayo de 2007

Predicciones.

Como dice Juan Larrea que dice Pierre Mabille que le pasó a Víctor Brauner:

"El día 27 de agosto de 1938 Víctor Brauner fue víctima por "casualidad" del impacto de un vaso disparado contra otra persona, el cual arrancó literalmente y para siempre el ojo izquierdo (...) Lo muy notable es que Brauner padecía desde tiempos atrás una obsesión centrada en los órganos visuales a tal punto que siete años antes había tenido la extrañísima ocurrencia de pintar su autorretrato representándose tuerto del ojo derecho (...) La proyección del cortometraje surrealista Un Perro Andaluz en especial la primera secuencia influenció de manera directa a Brauner (...) dos años después pintó Autorretrato sin ojo".

Así le pasó a mi amigo Lalo. Hace dos meses caminaba por el López Mateos y se rompió su correa de reloj a los ochenta pasos.
Desde hace dos días gira y no ha parado. Está atrapado en una pirueta ochentera. Y fue influenciado oblicuamente por el filme posmoderno La niña de los Hoyitos.

Hueso de manzana.

Camino y cuento una historia a Lalo:

En la noche media tocan la puerta. Los adolescentes escuchan música en alto volumen. El tocador de puertas sigue su trabajo. Nadie escucha. La mujer de la casa se da cuenta y al llamado acude. Abre la puerta y está orinada.

Estas preguntas ocurren en la mente de Lalo:

¿Quién? ¿La puerta? ¿La señora? Se mezclan. ¿La señora de la puerta? ¿La puerta de la señora? Los pasos agrandan los abismos. Huele a mechudo. ¿La puerca de la señora? ¿La señora de la puerca?

El abismo agranda los pasos. Mechudo de hule en estos casos.